miércoles, 24 de noviembre de 2010

En esquimal ‘anorak’ significa ‘niño gordo sobreabrigado por su madre’




A los treinta y tantos años, la filóloga quebequense Georgina Sprutt escogió las regiones árticas del Canadá como lugar en el que emprender una nueva vida. No tardó en asentarse en el remoto y norteñísimo municipio de Tupakewienes. «Buscaba encontrarme a mí misma», declara con franqueza. «Bueno, y también buscaba rabo.» Después de intimar con varios lugareños de ascendencia inuit, a los que Miss Sprutt describe «iguales que una cocreta Findus hecha en el microondas: fríos por fuera pero cálidos por dentro», empezó a interesarse seriamente por la cultura esquimal, hasta el punto de convertirse en la más prestigiosa y revolucionaria estudiosa al respecto.
Su más reciente trabajo desvela el verdadero significado de muchas palabras esquimales que muchas lenguas occidentales han adaptado a la brava, como ‘anorak’, que en realidad significa ‘niño chichoso con demasiado abrigo por sobreprotección materna’, ‘kajak’, que significa ‘tabla de surf rellena de persona’ o ‘kojak’, que quiere decir ‘seso de bebé foca recubierto de caramelo y pinchado en un palo’.
A la pregunta de si es cierto que los esquimales tienen más de una decena de palabras para denotar distintas variedades de blanco, Georgina Sprutt sentencia «En realidad no, es un mito. Lo que sí tienen es varias docenas de sinónimos de ‘follar’. Igualicos que los españoles, ya ves tú»

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